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También queremos aprovechar este espacio para contarte algo más sobre Soto de Llorio y los montes que rodean el pueblo: un lugar marcado por la tradición ganadera y la actividad minera, con caminos que durante décadas usaron pastores y mineros y que hoy recorren los corredores de la Llampaces Vertical. Así, además de resolver tus dudas, podrás entender un poco mejor la historia del valle y el porqué de este kilómetro vertical en el corazón de las Cuencas Mineras.
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Si tienes cualquier duda sobre la Llampaces Vertical —recorrido, horarios, reglamento, material obligatorio, inscripciones o clasificación— este es el lugar para preguntarnos. También puedes usar este formulario si necesitas modificar algún dato de tu inscripción, consultarnos sobre alojamientos cercanos o resolver cualquier incidencia antes o después de la carrera.
Además, nos encantará saber de ti si quieres colaborar como voluntario, si representas a una marca o negocio interesado en patrocinar el evento, o si eres de prensa o medios y necesitas información adicional, logos o material gráfico. Cuéntanos con el mayor detalle posible qué necesitas y, si lo prefieres, déjanos también tu teléfono: haremos todo lo posible por responderte y ayudarte en el menor tiempo posible.
Soto Llorio
Soto de Llorio es una aldea colgada sobre el valle del Nalón, rodeada de prados, castañedos y montes que se levantan rápido hacia la sierra. Sus hórreos, casas tradicionales y calles estrechas mantienen ese ambiente de pueblo vivo, donde todavía se ve el ritmo del campo en el día a día. Aquí no hay decorado: lo que se ve es lo que hay, y precisamente eso lo convierte en un lugar especial.
El día de la Llampaces Vertical, Soto cambia de ritmo: las campas se llenan de coches, las calles de corredores y acompañantes, y las puertas de las casas se convierten en improvisadas zonas de animación. La salida junto al pueblo hace que toda la carrera tenga un punto muy cercano y familiar: es la gente de Soto quien abre y cierra la fiesta.
El Entorno
Actividad Minera y Ganadera
Los montes que se alzan sobre Soto de Llorio guardan una doble memoria: la del ganado y la de la mina. Durante generaciones, los vecinos subieron por estos caminos con vacas, ovejas y caballos, aprovechando pastos de altura y cabañas repartidas por la sierra. Esos mismos pasos son los que hoy pisa la carrera, siguiendo las trazas de las viejas pistas ganaderas que cosen el valle con las cumbres.
Al mismo tiempo, la zona estuvo marcada por la actividad minera, con explotaciones como las minas de Llampaces y otras pequeñas labores asociadas. Pistas, sendas y restos de bocaminas recuerdan que aquí se trabajó duro, tanto en los prados como bajo tierra. La Llampaces Vertical recupera ese territorio: convierte en recorrido deportivo lo que un día fueron caminos de trabajo, y rinde homenaje a esa mezcla de cultura minera y ganadera que define la identidad de la zona.
